sábado, 22 de septiembre de 2012

Dolor lábil*


Dejan de latir los sentimientos en la penumbra,
se va oscureciendo poco a poco el día,
de pronto la angustia me invade y me tumba,
y no consigo recordar la alegría.

Se acerca una figura en la distancia, lentamente,
quizá en vano, quizá esperanzadora,
poco a poco tu sonrisa se hace presente,
me va embriagando una luz cegadora,

De pronto no hay preocupaciones, sale el sol y resplandece,
me coges de la mano, me estabilizas y recompones,
los sentimientos vuelven a latir, el corazón me obedece,
y de tu boca sale uno de tantos sermones:

"Pues no soy yo quien siente tristeza o soledad,
no tengo la llave para que seas feliz siempre,
eres tú quien posee la certeza de aquello que siente, la verdad,
y sólo tú puedes a ella hacerle frente".

Cómo afrontar el pánico ;)


La actitud frente al pánico.


Afrontar el pánico requiere tiempo y paciencia para redefinir las actitudes frente al miedo extremo para enfrentarse al miedo y no evitarlo.


Una de las estrategias que mejor ha funcionado consiste en la aplicación de diez reglas para afrontar una crisis de pánico:3
Recuerde que lo que siente no es más que la exageración de las reacciones normales al estrés.
No es ni dañino ni peligroso, solo desagradable. Nada peor puede pasar.
No añada pensamientos alarmantes sobre lo que está pasando y lo que podría ocurrir.
Fíjese en lo que le está pasando a su cuerpo ahora, no en lo que usted teme, en su mente, que podría llegar a ocurrir después.
Espere y deje que pase el temor. No luche contra él. Acéptelo.
Cuando deja de pensar cosas alarmantes, el temor se extingue por sí solo.
Recuerde que lo principal es aprender a afrontar el miedo, no a evitarlo. Es una gran oportunidad para progresar.
Piense en el progreso que ha hecho hasta ahora, a pesar de las dificultades. Piense en lo satisfecho que estará cuando supere este momento.
Cuando empiece a sentirse mejor, mire alrededor y piense lo que puede planear para hacer después.
Cuando esté listo para continuar, comience despacio, en un estado de relajación. No necesita correr ni esforzarse.


W. R. Reid defiende ocho actitudes de recuperación para afrontar el pánico frente a opciones como las técnicas específicas de recuperación. Compara las ocho actitudes más habituales de los enfermos frente a actitudes que resultan más eficaces.


Actitudes habituales/Actitudes "curativas"
"No puedo permitir que nadie lo sepa"/"No me avergüenzo".
"El pánico es malo. Es el enemigo."/"¿Qué puedo aprender como estudiante del pánico?"
"Quiero evitar los síntomas."/"Quiero hacer frente a los síntomas para adquirir conocimientos."
"Tengo que descansar ahora."/"No me importa estar preocupado aquí y ahora."
"Tengo que permanecer en alerta."/"No voy a permanecer en alerta contra la ansiedad."
"Esto es una prueba."/"Esto es la práctica."
"Tengo que tener certeza de que no hay riesgos."/"Puedo tolerar la incertidumbre."
"Será mejor que esto funcione."/"No importa si no funciona".


Y de repente hace un día espectacular...



Parece que has corrido para buscar en el cielo
 pensando en que ya nada crecería del suelo 
paseas por la vida que tan poco te ha dado
 sin ver aquello que te importa a pesar de estar al lado 

Te escondes en tu mundo sin escuhar
 por miedo que te pueda causar dolor
 nunca lo has intentado en ningún lugar 
y siempre te has sentido solo

 y de repente hace un día espectacular
 lo empiezas a ver todo mucho mejor
 la vida te ilumina sin avisar y
todo brilla de otro color 

y todo brilla de otro color 

(El Pescao)

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Dando tumbos por Madrid...

Y sin nada que decir....
                porque nada es importante......

*No entiendo nada*



No entiendo nada,
de las miradas cruzadas,
de los horarios de nuestras sonrisas,
de nuestras muecas complicadas.


No entiendo nada,
y tú no me lo pones fácil en absoluto,
quisiera meterme en tu cabeza,
o que me den un indulto.


No entiendo nada,
de relaciones sin relacionarse,
del contacto sin las palabras,
de nuestros gestos al cruzarse.


No entiendo nada,
de modelos ni de estereotipos,
no entiendo el enfado sin conocernos,
no se por qué fingimos.


No entiendo nada,
de lenguaje no verbal cuando no creo en mí,
no entiendo la cercanía en lo lejano,
no se qué nos queremos decir.


No entiendo nada,
de soñar a quien no veo a menudo,
de que me importe tu tiempo,
que en la garganta al verte, tenga un nudo.


No entiendo nada,
pero cada vez lo veo más claro,
no creo que pueda dejar de verte,
aunque no nos conozcamos...

viernes, 7 de septiembre de 2012