jueves, 21 de febrero de 2013

24*

Oh dios,
Ayer hice 24 añazos a las 11, 45 de la noche.
Miro atrás... y no puedo evitar sentir nostalgia, por unos años mejores, días más divertidos, momentos más mágicos.
¿Qué pienso hoy?
Bueno, no es muy agradable, aunque en el fondo creo que voy aprendiendo valiosas lecciones, ayer, día "en el que todo el mundo te quiere",  es impresionante, gente que no te habla más que un día al año, tú día...
día en el que recibo más felicitaciones de infojobs, trabaja.com, laboris.net, ETC. ETC. que de amigos, más felicitaciones de páginas en las que estoy registrada para ver is en un futuro puedo pagarme mi propio confeti para celebrar mi cumpleaños, y por qué no, si mi sueldo es bueno, invitar a la gente a una ronda, el día en el que haces balance de tus 20, 21, 22, 23, ... el día en el que te das cuenta de muchas cosas.
Hasta ahora, he sido una persona bastante feliz, pero... llevo unos cuantos años que dejan mucho que desear, por supuesto soy la primera en criticarme a mí misma cuando lo único que pido, ya ni siquiera es trabajo, si no prácticas para poder hacer algo en el futuro, me critico porque hay gente que debe quejarse mucho más que yo: porque este país respeta mi casa por ahora y no me han echado, porque no tengo 3 hijos a los que cuidar y educar y me han despedido del trabajo en el que llevo 25 años por un ERE, porque en este país no tengo que volverme con mis padres cuando ni siquiera puedo comprar mi propia comida, o con mis hijos porque no tengo pensión. Me critico porque otras personas sí... les han echado del trabajo después de sudar sangre e invertir su vida, les han dejado con hijos a su cargo y sin educación, ropa o comida que darles, les han dejado sin pensión, sin motivos para seguir...
Me critico porque hay tanta gente peor que yo a las que quisiera ayudar y no encuentro cómo, listas de espera para voluntariados, 800 inscritos en ofertas para 5 plazas de un puesto vacante en una MIERDA de trabajo, todos licenciados o diplomados claro, periodistas, psicólogos, terapeutas ocupacionales, traductores, integradores sociales, educadores sociales, fisioterapeutas que casi suplican por un puesto en ikea...
Me critico por no asumir de una vez, que el enchufe es la práctica más común, que el "buscarme la vida" estos días, no cuela, que aunque tengas un currículum espléndido nadie te cogerá si no has trabajado de 3 a 5 años, y sobretodo me critico por la impotencia que me produce ver día a día las noticias (soy seguidora de Espejo Público), la tristeza y la rabia. Mentiría si no dijera que me preocupa mucho MI situación (¿quién dijo "yo soy yo y mis circunstancias? ¿Ortega y Gasset? Pues eso... me critico porque quizá es verdad lo que dicen, que soy "demasiado sensible", me critico por haber llorado (bien es verdad que soy muy llorica) por lo que está pasando en este país al que parece que es obligación hacerle buena publicidad, porque lo más importante aquí aunque no podamos tener hijos porque ni siquiera podemos emanciparnos, aunque no podamos seguir formándonos porque han echado a la mitad de profesores, porque los estudios universitarios han subido un 150%, porque no podamos hacer planes para un futuro oscuro e incierto, parece que lo único importante es mantener buena imagen de la "marca España"; me critico porque he llorado y son quienes nos han traído a este abismo los que deberían haber llorado, me critico por pensar que puedo ayudar y contribuir con soluciones cuando a mí nadie me ayuda, acabo criticándome más a mí misma que a los culpables de verdad...
¿O acaso para encontrar a los culpables deberíamos mirarnos a un espejo?
Aunque así fuera, aunque en este país exista un sistema político corrupto, desfasado, ventajista e imposible para partidos más pequeños, aunque las campañas siempre nos publiciten a los dos de siempre, aunque la "democracia" sea sólo una palabra, aunque nunca cumplan las promesas... ¿no tendremos nosotros algo de culpa?
Claro que sí, y me critico por no empezar a asumirlo.
Gracias por hacerme no querer vivir en Madrid, por aborrecer el metro, los coches, los exámenes de la DGT, las universidades, las bolsas de trabajo, el IRPF, el IBI, la factura de la luz y el agua, los recortes, el precio de las entradas de cine, la burbuja inmobiliaria, los bancos, las pensiones, la crisis...
Gracias por hacerme no querer vivir en España, por no darme una oportunidad porque "no tengo experiencia", dentro de poco "seré demasiado mayor", gracias por no darme la posibilidad de pensar en una zona donde vivir, en una casa a la que llamar hogar, en un salón donde ver "V de Vendetta", en una cama donde soñar, gracias por no darme la posibilidad de pensar en tener hijos, en cómo llamarlos, en a qué colegio llevarlos, gracias por no darme ayudas para estudiar en el extranjero, porque ser diplomado no sirve de nada, porque yo para encontrar trabajo tengo que enseñar mi título, demostrar capacidades y experiencia y realizar una entrevista para que me conozcan, y sin embargo para ser presidente del gobierno se deben demostrar 18 años cumplidos, nacionalidad española y no tener antecedentes penales.
Gracias por hacer que esté más orgullosa de la selección española de fútbol que de nuestra educación, por hacer que lo más importante que tiene una persona (la salud, opino) sea degradado hasta el punto de ser prescindible, gracias por cambiar las leyes siempre a vuestro favor, sin pensar en la ciudadanía, sin tener en cuenta el criterio del pueblo, gracias por taparos los oídos cada vez que hablamos...
Gracias por hacerme sentir una mierda, hablando claro, por hacerme sentir que no tengo valor, que soy tan inexperta que no podré trabajar en nada, y que en un tiempo seré tan mayor que tampoco podré demostrar mi valía, por un número en el DNI.
Gracias por hacerme perder la ilusión, por hacerme dejar de creer en este país, por no querer contestar de dónde soy cuando me preguntan dónde nací los extranjeros, por querer contestar mal cuando me preguntan por nuestra situación, por no querer hacer publicidad de nuestra súper "marca España", gracias por hacerme no estar orgullosa de mi país, gracias por hacerme pensar cada vez que miro por la ventana: "¿hasta dónde vamos a llegar?".
Gracias a todos los que habéis contribuido a esto: a los de la ceja, a los del bigote, a los de la barba (como enunció el presidente de la academia de cine, González Macho) a los de los trajes, a los de Gürtel, a los de la trama de espionaje, a todos vosotros, GRACIAS, gracias por haber reducido a cenizas todas mis expectativas.